lunes, 11 de marzo de 2013

ALMODÓVAR VUELA BAJO


LOS AMANTES PASAJEROS. Dirección: Pedro Almodóvar. Guión: Pedro Almodóvar. Fotografía: José Luis Alcaine. Música: Alberto Iglesias. Intérpretes: Javier Cámara, Antonio de la Torre, Carlos Areces, Raúl Arévalo, Cecilia Roth, Lola Dueñas, Hugo Silva, Miguel Ángel Silvestre, José Luis Torrijo, Blanca Suárez, José María Yazpik, Guillermo Toledo, Paz Vega, Carmen Machi, Pepa Charro, Laya Martí, Cote Soler, Antonio Banderas, penélope Cruz, Susi Sánchez.

Vaya por delante que, salvo contadas excepciones, la gran mayoría de películas de Almodóvar me gustan. Admiro la manera genial en la que alterna drama y comedia; cómo consigue involucrarnos con historias que de entrada son rocambolescas y su cuidado único de la estética visual. Las mejores virtudes del universo almodovariano no se encuentran en su último film... Una auténtica lástima.
  "Los amantes pasajeros" venía anunciada como una regreso a las comedias con las que se inició a principios de los ochenta. Si por esas comedias nos referimos a "Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón" y a "Laberinto de pasiones" hay que tener en cuenta el contexto social e histórico de las mismas. El humor que en aquéllas resultaba provocador y transgresor es en "Los amantes pasajeros" un recurso tan facilón y redundante que no provoca mucho más que una leve sonrisa. Aplaudo una buena y medida ración de  diversión chabacana, pero que un mayoritario porcentaje del humor de esta película esté centrado en felaciones y abultados paquetes suena más a un infantil caca, culo, pedo, pis  que a su habitual ingenio. 
 Durante todo su metraje, las diferentes historietas que se alternan dentro y fuera de ese avión no consiguen interesarme. Intento averiguar si me están contando algo más que lo que se percibe superficialmente, si ese avión es una alegoría de un país envenenado de corrupción y escándalos políticos. Si Almodóvar pretendía hacernos reír con una sátira sobre las miserias de nuestros gobernantes, a mí personalmente no me ha llegado.
La película avanza a trompicones mezclando coreografías, sexo y confesiones de manera destartalada. La juerga que finalmente consigue armar cuando sus historias terminan de cruzarse no da para mucho y culmina en unos 90 minutos donde escasean los momentos convincentes y abundan aquellos cercanos al vodevil más burdo y cutre. Eso sí, el impagable reparto cumple su cometido estupendamente: el director saca el mejor partido y la comicidad de todos ellos, especialmente de Javier Cámara, Antonio de la Torre y Areces... Un esfuerzo que resulta baldío.
 Me pregunto si Almodóvar tenía la necesidad de soltarse y desmadrar; de dejar de lado por una vez los dramas atormentados y que su avión nos sirviera de terapéutica catarsis de la indignante realidad que nos rodea... Pues bien, él se habrá quedado aliviado, pero yo me he sentido decepcionado. Esperemos que en su próximo proyecto recupere su buen nivel, sea con un drama, una comedia o ambos géneros al mismo tiempo.

CALIFICACIÓN: 4

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